La unida familia Azul
se va a comprar tul.
Papá Azul está andando
y a Azulín va cargando
mientras él sigue estudiando.
Papá Rojo pide la manguera,
¡Fresita corre por la regadera
y deja la macetita
sobre la banquita! - ¡A comer!- llama la señora Amarilla
y afuera el sol calienta y brilla.
Solcito, su hijo engreído,
parece que no ha oído.
No deja la pelota
y mientras rebota,
la mamá sigue llamando pero él sigue jugando
Todas las familias eran felices
respetando sus matices.
Nadie podía cambiar de color.
Ni pensarlo. ¡Qué horror!
En el comedor,
refrescos de piña
para la niña
cocteles de limón
para Don Simón.
Un día otras crayolas aparecieron
y las familias en alerta se pusieron.
¡Son de otro color! - dijeron.
Razones no entendieron
y contra ellas arremetieron.
Una paliza recibieron
las crayolas que vinieron
¿Será por el color? - dijeron
y sin entender se fueron.
Pronto lo ocurrido olvidaron,los jóvenes se enamoraron
y entre ellos se casaron.
Azulín con Fresita
tuvieron una hijita.
Pero, ¿qué ocurrió?
Algo sucedió, el papá exclamó:
¿Mi hija de color morado?
¿Qué es lo que ha pasado?
-¿Naranja?- la crayola Roja pensaba.
-¿Verde? - papá Amarillo exclamaba.
Papá azul dudando preguntaba:
-¿Será la mezcla de color?
Definitivamente, no hubo error.
Azul con rojo, morado dio.
Rojo con amarillo, naranja salió.
Amarillo con azul, verde limón.
Se acabó la confusión.